Las leyendas relacionadas con el Camino de Santiago llegaron a ser muy
populares entre los peregrinos y divulgadas oralmente, casi siempre en
reuniones nocturnas de después de la cena, al amor de la lumbre en los días
fríos o bajo las estrellas en el buen tiempo. Muchas de esas leyendas están
recogidas en códices de los monasterios, en el Codex Calixtinus de Aymeric
Picaud y en otros documentos. Al ser recogidas de una tradición oral, en muchas
de ellas se dan distintas versiones y más de una localidad reclama para sí el
suceso del milagro.
Las más famosas y que se siguen contando entre los peregrinos del siglo XXI
son las que se exponen a continuación.
Fuente Reniega
La acción tiene lugar en el Alto del Perdón, a pocos kilómetros de Pamplona.
Un peregrino llega a la cumbre agotado por la sed. El diablo, disfrazado de
caminante, se ofrece a indicarle una fuente oculta, a condición de que reniegue
de Dios, de la Virgen o de Santiago. Pero el peregrino mantiene su fe a toda
costa, aun cuando se encuentra exhausto.
Es entonces cuando se aparece Santiago vestido de peregrino, recoge al
moribundo y le lleva a la escondida fuente, dándole de beber con su vieira.
El Misterio de Obanos
Felicia de Aquitania, peregrina jacobea, al regresar de Compostela renuncia
a su vida de nobleza y decide quedarse en Amocaín para dedicar su vida a los
pobres. Su hermano, el duque Guillermo, al enterarse de tal decisión viene a
buscarla. Furioso ante la negativa de su hermana de volver a su patria, la
apuñala y Felicia muere.
El duque, lleno de remordimientos, confiesa en Roma su pecado. La penitencia
que le imponen es peregrinar a Santiago. A su regreso de esta peregrinación,
renuncia también a su vida anterior y se queda en Obanos como penitente junto a
la ermita de la Virgen, en el monte Arnótegui. Más tarde será San Guillermo y
la ermita se dedicará a su nombre.
Esta leyenda se escenifica en la plaza del pueblo en la segunda quincena de
agosto. La imagen de la Virgen (del siglo XIII) de aquella ermita se conserva
en la parroquia.
Poyo de Roldán
Por el Camino de Santiago, ya en La Rioja, pasado Navarrete y Tricio, se
halla el Poyo de Roldán. Queda a la derecha de la carretera y se trata de una
colina (poyo) que tiene su leyenda:
«En el castillo de Nájera vivía Farragut o Ferragut, gigante sirio
descendiente de Goliat y más fuerte que él. Combatió y venció a los mejores
guerreros de Carlomagno, excepto a Roldán, que un día desde el poyo divisó al
gigante sentado a la puerta de su castillo. Roldán cogió una piedra redonda que
pesaba dos arrobas y la tiró en dirección al gigante, al que dio en la frente,
cayendo derribado. Desde entonces el cerro se llama Podium o Poyo de Roldán».
El gigante Farragut o Ferragut y Roldán son dos personajes que están siempre
presentes en leyendas y capiteles a lo largo de este tramo del Camino, desde Roncesvalles
a Puente la Reina.
El milagro del gallo y la gallina
Sucedió en Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja.
En el siglo XIV peregrina a Compostela Hugonell, un joven alemán de 18 años
que va acompañado por sus padres. En el mesón donde se hospedan trabaja una
muchacha joven que se enamora de él y le requiere de amores, a lo que el
muchacho se niega. Despechada y con ansias de venganza, guarda en el zurrón del
joven una copa de plata y luego le acusa de robo.
El joven Hugonell y sus padres se disponen a partir para seguir el
peregrinaje, cuando llega la justicia y comprueban la acusación registrando el
zurrón del muchacho. Le declaran culpable y es condenado a la horca. Los padres
no pueden hacer nada por él más que rezar a Santiago. Al acercarse al cuerpo
ahorcado de su hijo para despedirse oyen cómo éste les habla desde la horca y
les dice que está vivo por la gracia del Santo.
Felices y contentos van a comunicar la noticia al corregidor que, justo en
ese momento, está cenando opíparamente unas aves. El corregidor naturalmente se
burla de lo que oye y lanza la frase conocida: «Vuestro hijo está tan vivo
como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me
importunarais». Y en ese momento, las aves saltan del plato y se ponen a
cantar y cacarear alegremente.
De esta leyenda nació el dicho popular: «En Santo Domingo de la Calzada,
donde cantó la gallina después de asada».
El pájaro y la Virgen
Sucedió en la ciudad de Puente la Reina, lugar en que confluyen los dos
Caminos que vienen desde los Pirineos: el de Somport y el de Roncesvalles.
En el puente de los peregrinos, aquel que fue mandado edificar por la reina
doña Mayor, esposa de Sancho III el Mayor, de Navarra, en un lugar de difícil
acceso, había una imagen de la Virgen. En las fechas en que se celebraba algo
importante para la propia ciudad o para el resto de Navarra llegaba un
pajarillo que mojaba sus alitas en el río y con ellas lavaba la imagen y luego
con el pico quitaba la restante porquería.
Los pastores de Estella
En la falda del monte Puy se reunían a menudo los pastores con sus ovejas.
Un día vieron que sobre la cima caían muchas estrellas. Se dirigieron al lugar
y encontraron una cueva y dentro de ella una imagen de la Virgen. Muy contentos
avisaron a la parroquia del suceso. Cuando el sacerdote y toda la comitiva
quisieron sacarla de allí, vieron que no podían moverla ni un centímetro;
alguna fuerza misteriosa lo impedía. La Virgen quería quedarse allí, así es que
levantaron un santuario en el lugar de la aparición. Esto sucedía el año 1085, con
el rey Sancho Ramírez, que decidió fundar allí mismo una ciudad: Estella.
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